UNIMINUTO – Tus emociones te controlan? ¿Sientes que te abruman tus pensamientos y sentimientos? La Psicología te tiene la respuesta
Docente. Mónica Tatiana Moreno Ángel. Líder del semillero – Psicóloga – Magíster en Psicología clínica. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología.
Johana Marcela Rondán Varela. Estudiante de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología.
Yinneth Marcela Cruz Soto. Estudiante de Psicología de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Semillero de Investigación: Tendencias de la Psicología.
¿Te ha pasado que cuando enfrentas una situación estresante tus emociones se desbordan y sales de casillas? ¿Has sentido que tu tristeza y tu ira se salen de control?

Si tu respuesta a todas las preguntas anteriores es sí, este artículo es para ti. Iniciaremos contándote que ninguna persona nace sabiendo controlar sus emociones, es por eso que el aprendizaje de estas se va dando a través del tiempo y la experiencia, para eso se debe tener en cuenta la regulación emocional. (Figueroa, 2009; Garrido, 2006)
Pero ¿Qué es la regulación emocional? Es aquella capacidad que desarrollan todas las personas para manejar o controlar las emociones de una manera apropiada y asertiva en diferentes momentos de la vida cotidiana. Lo que permite dar respuestas satisfactorias a las situaciones que se nos puedan presentar; por ejemplo, cuando una persona nos insulta con palabras o gestos negativos, podríamos identificar nuestra emoción, poniéndole nombre; validarla y responder de una manera tranquila y respetuosa. Algo difícil, ¿no?
Es por esta razón que nuestras emociones no son positivas ni negativas; cada una tiene una función específica y por tanto no debemos reprimirlas, ya que son un elemento fundamental para la toma de decisiones y la adaptación a distintos espacios. (Gross, 2002 Bowlby (1980; 1986; 1998))
Es decir, no está mal sentirse triste, frustrado o con ira cuando nos suceden cosas negativas que afectan nuestra emocionalidad. Esto nos ayudará a conocer que somos responsables de nuestras emociones y a brindar un camino más seguro y óptimo a identificar con mayor facilidad cuáles deberían ser los comportamientos más asertivos a las situaciones que estamos viviendo.(Bazán, 2017; Hervás & Moral, 2017)
¿Pero cómo podemos regular nuestras emociones? A continuación te daremos algunas recomendaciones para esto:

- Aprende a identificar las emociones y aceptarlas: No tengas miedo de reconocer y transmitir tus emociones, recuerda nombrar tú estado emocional tal cual las sientes por ejemplo alegría, miedo, tristeza, desconsuelo etc, recuerda que aquellos estados de ánimo influyen en otras personas, es por eso que se te facilita cuando las aceptas y las identificas. (Moreno,2020)
- Reconoce el porqué de la emoción y no la juzgues: Es importante buscar la razón de fondo de cada emoción ya que estas no sucede porque sí, se van dando de acuerdo a situaciones cotidianas, como discusiones o exceso de trabajo, palabras ofensivas de personas cercanas, el reencuentro con un ser querido, el triunfo de tu pareja, entre otras, si vemos cada acción contribuye a una emoción que cada persona le otorga de acuerdo a su agrado o desagrado.(Franco, Martínez & Sánchez, 2009)
- Procesa tus emociones y no suprimas ninguna: Identifica la emoción que tienes, reconociendo que es una respuesta natural, frente a una situación que estás vivenciando; por ejemplo, cuando tengas ganas de llorar, llora o de reír, ríe; claro, entendiendo que hay momentos para expresar cada emoción. (Moreno,2020)
- Recuerda que ninguna emoción es mala o negativa: estas son necesarias y tienen una función; por ejemplo, la tristeza nos ayuda a reflexionar, la ira a resolver problemas, el miedo a la supervivencia y alejarnos del peligro y la alegría trae consigo estabilidad. (Moreno,2020)
Así que recuerda, que tú no controlas tus emociones, tú estás en control con ellas. Entonces no esperes más para poner en práctica los tips anteriores y empezar a alcanzar propósitos en tu bienestar psicológico y emocional.